¿Prohibir o no prohibir el uso de redes sociales en el trabajo? Tema para debate. Así es, lo que una empresa puede considerar una herramienta fantástica para la construcción de su negocio, otra lo puede juzgar como una amenaza a la productividad de sus empleados.
Las redes sociales como Facebook y Twitter ya se han hecho parte de las rutinas diarias de las personas, en las oficinas, escuelas y casas… su crecimiento y presencia mundial es innegable. La respuesta del mundo empresarial ha oscilado entre el abrazo entusiasta de los medios sociales, al rechazo tajante.
Y si nos amparamos en los estudios, dependiendo del reporte que se mire cada quien puede sustentar sus posturas con ellos, ya que las conclusiones divergen entre uno y otro estudio.
Revisemos cuáles son los argumentos a favor y en contra para decidir si prohibir o no prohibir el uso de redes sociales en el centro de labores:
¿Por qué prohibirlo?
Los que trabajan horas de horas frente a la PC han experimentado el cansancio al transcurrir el tiempo y la necesidad de tomar un descanso de esa hoja de cálculo o decenas de correos sin contestar que han estado mirando durante la última hora. Así que deciden iniciar sesión en Facebook para un poco de diversión. Tú juzgas que está bien un rato, pero tus jefes ven cifras y estudios
¿Y qué dicen esos informes? Pues que Facebook y en general, las redes sociales, son una pérdida de tiempo y dinero.
Casi el 60% de las distracciones en el lugar de trabajo implican las redes sociales, mensajería de texto, mensajes instantáneos o correo electrónico. Más de la mitad dijo que perdió al menos una hora todos los días día debido a la distracción.
Pero las distracciones en las redes sociales no sólo afectarían económicamente a las empresas, los que están en contra de su uso en las oficinas señalan que también afecta la calidad del trabajo.
La constante revisión de las redes sociales y el correo interrumpe el trabajo. ¿Se han preguntado cada cuánto tiempo hacen un pare para actualizar sus perfiles sociales? Pero no sólo se trata del tiempo destinado al trabajo, también tendrían un impacto negativo en la calidad de los pensamientos de un trabajador. A cada interrupción habría la necesidad de recapitular para volver al hilo de donde se quedaron las labores.
Y lo que se considera aún peor es pasar de un momento de distracción para dejar de todo las labores y optar por quedarse enganchado en sus redes sociales. Se han preguntado ¿por qué que hay tantos parques bien cuidados en FarmVille?
Un último argumento en contra para decidir si prohibir o no prohibir el uso de redes sociales en el trabajo se relaciona al aspecto legal. Los empleadores no saben exactamente lo que hacen sus empleados en estas redes sociales, si quizá se involucren en actividades ilícitas como acceder a contenidos inapropiados o descargar ilegalmente.
¿Por qué no prohibirlo?
El estigma de las redes sociales como una actividad de pérdida de tiempo definitivamente parece dominar las percepciones de la mayoría de las empresas. Muchas empresas bloquean o vigilan de cerca los sitios de redes sociales.
Brevedad en la comunicación: gracias a Twitter, que limita cada mensaje a 140 caracteres, los más jóvenes están aprendiendo a ser breves y eficientes en su comunicación. Los empleados pueden adoptar esta forma de micro-comunicación que ahorra tiempo y energía
Creación de redes. Ya las agendas se han vuelto virtuales, y es en las redes sociales en donde la gente está construyendo nuevas relaciones , aumentando sus redes con el uso de los medios de comunicación social.
Seguir tendencias. Los medios sociales como Facebook y Twitter, son formas excelentes para que los empleados descubran temas "tendencias" en un momento dado y mantenerse actualizados.
Encontrar la información que necesita más rápido. Internet ha hecho que más información esté disponible para más personas, pero hay tanta información que no siempre es fácil encontrar respuestas precisas. Así, quién no ha ido alguna vez a Twitter, Facebook, LinkedIn, Quora u otras plataformas de redes sociales y soltar su consulta.
Conclusiones
Muchos de los empleadores están entrando en pánico, preocupados de que sus empleados estén perdiendo el tiempo en comprobar sus actualizaciones de Facebook y Twitter. Probablemente lo mejor que pueden hacer es centrarse en la eficacia de un trabajador, capacitarlo en el uso útil de las redes sociales como herramientas y hacer de conocimiento público las políticas de la empresa al respecto.
Las redes sociales parecen haber llegado para quedarse y hace rato que ingresaron a las oficinas de trabajo, ¿cierto?
Esperamos tu opinión.