El marketing digital amenaza cada vez más con erigirse como la cara del marketing del futuro. Y es que las plataformas actuales, la interconectividad, los medios sociales y la presencia masiva de usuarios en las redes ha hecho que los nichos de potenciales clientes vayan migrando progresivamente a estos espacios.
Sin embargo, a pesar de lo vertiginosos que son los cambios en este ambiente, el marketing digital ha cambiado drásticamente desde sus inicios. Ha renovado sus métodos y ha adquirido una madurez bastante notable con el tiempo.
A continuación, te invitamos a un recorrido por los primeros pasos de este nuevo marketing:
Replanteando viejos paradigmas
Como cualquier idea que empieza a implementarse, el marketing digital tenía poco de ‘digital’ en sus inicios. Era marketing tradicional adaptado a ese nuevo entorno floreciente llamado Internet. Los métodos, por supuesto, eran los mismos, de la misma forma las estrategias y las definiciones de los actores relevantes. Se tenía vendedores, un canal (el correo electrónico en un inicio), y los procesos se enfocaban en el producto en sí, resaltando sus características y funcionalidades.
Asombrosamente, durante un tiempo esta fue la forma en que se planteaba el nuevo “marketing digital”.Con el tiempo, la masificación de los ordenadores personales de Internet y las plataformas virtuales empezaron a perder vigencia. No solo por el incremento de la competencia sino porque herramientas como los Newsletters, la publicidad de pago en páginas web, etc., empezaron a mostrarle a los marketeros todo un mundo por descubrir.
El Universo de Internet
Como decíamos, Internet fue para el marketing un descubrimiento que lo cambió todo. El viejo marketing, que tenía sus plataformas definidas y sus nichos de mercado bien establecidos, tuvo que dar paso a ese otro mundo llamado el ciberespacio. Así con sus propias formas y complejidades, fue moldeándolo hasta convertirlo en algo totalmente diferente.
Por poner algunos ejemplos; ¿se imagina algo similar a las redes sociales en el mundo real? ¿O cree que volanteando en un parque conseguirá hacer llegar la publicidad a todo su sector objetivo? ¿Qué diría si, por el mismo o menor costo, supiera que puede hacer lo mismo en Internet?, yendo más lejos, también puede escoger el rango de edad de personas entre las cuales quiere repartir su mensaje. Nuevos escenarios, nuevas estrategias e ingeniería de procesos es lo que se pudo ver en los 90’s.
Apuntando hacia un nuevo consumidor
En 1980, Alvin Toffler acuñó el término ‘prosumidor’ en su obra “La Tercera Ola”. El prosumidor era una especie de consumidor activo, que no se limitaba a recibir la publicidad o a consumir un producto, sino que era más proactivo y no solo deseaba la mayor personalización posible sino que incluso intervenía en el proceso productivo. Menos de diez años después, el prosumidor haría su aparición en Internet.
Este potencial cliente no solo quería saber qué era el producto, quería verlo también en acción, conocer al detalle sus características, comparar precios y saber cómo podía utilizarlo en su interacción con los demás. Así pues, la evolución natural del marketing digital fue que se dejó de vender productos para vender ‘experiencias’. Una bicicleta no era una bicicleta sino una posibilidad de salir de la ciudad los fines de semana o disfrutar paseos al lado de los amigos, etc. Este es un camino que aún hoy sigue vigente.
Múltiples canales
Mencionamos anteriormente que Internet es básicamente otra realidad, con sus propias características, códigos, etc. Asimismo, de la misma forma que en el mundo real existen muchos canales a través de los cuales se puede transmitir publicidad (televisión, radio, paneles), Internet también es un terreno fértil en esas cuestiones.
Actualmente el medio más usado para la aplicación de las estrategias de marketing son las redes sociales. Sin embargo, no siempre fue así. Podemos decir que en un inicio el vehículo predilecto para la publicidad eran los correos electrónicos, luego aparecieron herramientas menos invasivas como los blog, las páginas web con contenido enriquecido, los banners publicitarios auspiciados, las tiendas virtuales, etc.
Innovación o muerte
Es quizás una de las características dentro de la evolución del marketing que más ha resaltado a lo largo del tiempo: la innovación. Internet es como la jungla, aunque no es precisamente la ley del más fuerte la que se impone, sino la del mejor preparado para el cambio. El mercado ya no es la localidad, ni siquiera un país en concreto, es el mundo entero y todos están contra todos en una carrera frenética por crecer y desarrollarse.
En ese sentido, quien no cambia, quien no innova e intenta desarrollar estrategias de posicionamiento, audiovisuales o branding copiando a la competencia no durará mucho. Muchos grandes – como Heineken y Nestlé- han probado el sabor amargo de ver reducidos sus nichos por malas estrategias de marketing digital y por reaccionar lentamente a los escenarios que el ciberespacio les plantea.
Conclusión
En definitiva, podemos decir que todos estos indicadores han marcado el camino del marketing digital en su relativamente corto tiempo de vida. Lo que vendrá después, solo está menos de los que, día a día, tienen que experimentar con él.