El mito del garaje en el empredimiento
Muchos consideran que las grandes ideas de negocio surgen en los lugares menos pensados. Sin embargo, alrededor de toda gran empresa siempre se tejen muchas leyendas y rumores. ¿Has oído hablar del mito del garaje?, tal vez.
Precisamente en este lugar, que en algunas viviendas se asemeja a un gran almacén, han germinado y desarrollado formidables ideas que dieron fruto a compañías de renombre como Apple, Hp o el mismo Facebook. Respecto a ello, también existen voces que sostienen que lograr grandes emprendimientos desde un “garaje” es utópico. ¿Tú qué crees?
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Una manzana, una computadora y una red de amigos
Steve Jobs, en 1976, junto a su amigo de la adolescencia, Steve Wozniak, puso en marcha una idea que lo trasladaría a instaurar una gran compañía de tecnología computacional querida por sus usuarios: Apple (hoy en día transformada en un lovemark). Todo sucedió en el garaje de su casa, cuando ambos trabajaban en la construcción de un pequeño prototipo de computador casero, bautizado como Apple I. Tras promocionarlo entre los fans de la informática, tiendas y ferias electrónicas de aquel tiempo, consolidaron poco a poco un notable crecimiento que los llevó años más tarde a generar una marca conocida a nivel internacional.
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Similar inicio lo tuvo otro de los emblemas americanos en materia tecnológica: HP (Hewlett Packard). Ubicado en la avenida Addison 367, Palo Alto, California, un garaje familiar sirvió para que William Hewlett (25 años) y David Packard (26 años) –ingenieros de la Universidad de Stanford– crearan en 1938 un oscilador de baja frecuencia llamado 200A cuyo primer comprador fue los estudios Disney. Este ejemplo de emprendimiento progresó con el correr del tiempo hasta que en el 2006 fue considerada la compañía de informática más grande del mundo, registrando 91 mil 700 millones de dólares en ventas, dejando en segundo lugar al líder de ese entonces, IBM.
Continuando con los ejemplos, ya en pleno siglo XXI, precisamente en 2003, un joven estudiante de la Universidad de Harvard, llamado Mark Zuckerberg, en uno de esos espacios de esparcimiento que caracterizan la temporada académica creó una plataforma donde se publicaban fotos de estudiantes y se permitía a los usuarios elegir a los más populares. Facemash surgió como preámbulo de la actual Facebook. Un año más tarde, en febrero de 2004, Zuckerberg perfeccionó Facemash y presentó Facebook que en tan sólo 24 horas había logrado más de mil estudiantes registrados. De ahí en adelante la historia es conocida.
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¿Es necesario tenerlo todo para emprender?
Como podemos observar en los casos anteriores, un emprendimiento puede valerse de un mito de garaje pero no solo es suficiente una “gran idea” en un momento de inspiración, también es requisito indispensable el talento, la capacitación, la especialización y el financiamiento. Jobs tras comprobar el impacto de su propuesta amplió su rango de acción. Buscó amigos inversionistas para propulsar su idea y generar mayor tecnología. Para mejorar su Apple I amplió su número de colaboradores y años después listó en la bolsa.
Por su parte, Hewlett Packard luego de especializarse en instrumentos de medición electrónica, incursionó en el mercado de la informática en los años sesenta, hasta llegar a ser conocido por sus productos conexos a las computadoras como son las impresoras y los servidores. En la misma línea, la red de Zuckerberg ha mantenido un proceso de mejora continua en su interfaz permitiendo nuevas experiencias de interacción para sus usuarios.
¿Todos podemos ser un Jobs, Hewlett Packard o Zuckerberg?
Sin ánimos de desmerecer ningún esfuerzo, no siempre un emprendimiento llega tan lejos por más que lo deseemos. Existen muchos factores que ponen a prueba la consecución de un sueño. ¿Acaso la situación de los tiempos de Jobs es distinta a la actual? Pues no, problemas con el mercado, la competencia, la política regulatoria, fiscal, económica… siempre van a existir. No obstante, hoy en día, los emprendedores cuentan con mayores herramientas on line y off line para enfrentar mejor esos retos.
Pero también debemos tener en cuenta que antes los nuevos negocios surgían de un garaje, es decir de jóvenes inexpertos, pero con mucho talento que trabajaban sin descanso en dicho lugar, como los líderes tecnológicos que ya hemos mencionado antes. Sin embargo, en la actualidad, muchos estudios han demostrado que las nuevas empresas surgen de profesionales con larga experiencia en una organización, es decir de personas que han aprovechado la oportunidad de trabajar en diferentes empresa y han acumulado experiencia para poner en marcha su idea de negocio.
Entonces, ¿qué necesito para ser emprendedor?
Lo primero son ganas de hacer tu propio negocio. Pensarlo, sentirlo, dejarlo fluir, avivar tu pasión de ver algo tuyo crecer con esfuerzo y perseverancia. No existe la fórmula mágica. La mayoría de autores muestran distintos puntos de vista pero, en esta ocasión, podemos referirte 6 claves para empezar un negocio exitoso, expuestas por María Contreras-Sweet, propietaria de Promerica Bank, primer banco de propiedad hispana en Los Angeles, durante la Semana Mundial del Emprendimiento desarrollada en EE.UU.
Claves para empezar un negocio exitoso:
- A. ¿Tú concepto de negocio es único? Todo emprendedor debe comenzar como pez pequeño dentro de un gran estanque. Antes de iniciar tu empresa pregúntate: ¿Cuál es mi posición actual? ¿Cómo me distingo dentro del mercado de la oferta? ¿Cómo innovaré para mis clientes? ¿Qué de nuevo ofreceré?
- B. ¿Qué trabas tienes para ingresar? Debemos analizar qué ofrece la competencia y cuáles son sus ventajas frente a nosotros. ¿Cómo puedes consolidar tu marca gradualmente?
- C. Elige un mercado emergente. Pregúntate si quieres estar en un lugar que está creciendo o en uno plagado de tiburones más fuertes que tú. Debemos buscar un mercado pequeño para iniciarnos y expandir nuestro negocio hasta verlo madurar y recién ingresar a las ligas mayores.
- D. Establece una buena red de contactos. Si tienes el beneficio de contar con un empleo, aprovéchalo para relacionarte con gente de distintas tendencias y conocer sus gustos, pues cuando emprendas tu empresa, estas pueden servirte de referidos y quizá en un futuro difundir tu marca mediante el marketing de boca en boca.
- E. Agénciate de recursos. No siempre en la primera una institución financiera podrá subvencionarte el proyecto. Empieza usando tu creatividad para conseguir los recursos. Recurre a los amigos, por ejemplo, a cambio de servicios o productos que ofrezcas… En situaciones iniciales la imaginación es buena consejera. Ya cuando seas capaz de obtener un crédito, utilízalo conscientemente.
- F. ¡Motívate siempre! Demuestra pasión en lo que haces. Emprender requiere mucho compromiso, energía, disciplina y constancia. ¡Recuérdalo!
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Conclusión
En definitiva, el mito del garaje es solo una media verdad para la actualidad, ya que no todos los negocios que inicien en dicho lugar tendrán el éxito que esperan. Pues un buen proyecto puede salir adelante sin importar el lugar donde se inicie y cómo se inicie. Por lo tanto si quieres crear una empresa, más que buscar un garaje, es necesario buscar un empleo en una empresa que te ayude a desarrollar tus habilidades, ganar más experiencia y adquirir más conocimientos, que te ayudarán a tomar las decisiones acertadas para el éxito de tu propio negocio.
Ahora te pregunto ¿estás preparado para empezar tu negocio? ¿Conoces otro emprendimiento que te haya servido de inspiración para seguir tu sueño?, si es así déjanos un comentario.
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